"Entre la Música y la Violencia: El Dilema de los Picoteros en Barranquilla"

En las calles vibrantes de Barranquilla, una tradición arraigada y llena de vida se despliega cada fin de semana: los picos. Estos eventos, llenos de música, baile y alegría, son el corazón de la cultura Picotera en la ciudad. Los picos son encuentros bailables, verbenas o kazetas como popularmente lo llaman. Donde amigos, seguidores se reúnen para celebrar la vida, compartir momentos especiales y olvidarse por un instante de las preocupaciones cotidianas.



La esencia de un pico va más allá de la simple diversión; es una manifestación de la identidad barranquillera y de la región caribe, un reflejo de su espíritu festivo. Desde la tarde hasta la madrugada, las calles se llenan de música y alegría, mientras la comunidad se entrega al ritmo de la Champeta, el africano, salsa y otros géneros musicales que forman parte del acervo cultural de la región. Los propietarios de los picos desempeñan un papel crucial en esta dinámica, abriendo sus puertas y sus corazones para acoger a todos aquellos que deseen unirse a la celebración.


Muerte a propietario del pico Súper Yonki


En medio de esta atmósfera festiva, se cierra una sombra oscura que amenaza con empañar la alegría de los picos: la extorsión. En las últimas semanas, la ciudad se ha visto sacudida por la muerte de un propietario de un pico, un trágico suceso que ha puesto de manifiesto los peligros que acechan tras bambalinas. Se han difundido rumores de que grupos criminales están extorsionando a los propietarios de picos, exigiendo pagos para garantizar su seguridad y la de sus eventos. Esta situación ha generado un clima de temor e incertidumbre entre la comunidad Picotera, que se ve obligado a enfrentar una difícil elección entre seguir con sus tradiciones o ceder ante la intimidación



El renacer de Alex Alemán y su Pico Timbalero


En el corazón de la bulliciosa escena musical de Barranquilla, Alex Alemán ha sido un pilar durante muchos años como reconocido DJ en la cultura Picotera. Su legado, junto con el icónico Pico Timbalero, ha sido un referente para generaciones, manteniendo viva la esencia de la música africana en la ciudad.


Sin embargo, la sombra oscura de la delincuencia y la extorsión ensombreció su trayectoria. A pesar de haber llevado alegría y ritmo a innumerables personas, Alex se vio obligado a dejar atrás todo lo que había construido debido a la implacable violencia que lo azotaba.


La música de Alex Alemán y su Pico Timbalero continúan resonando en las calles de Barranquilla, recordándonos que, incluso en medio de la adversidad, la música y la solidaridad pueden triunfar.



"En este contexto de incertidumbre, es fundamental que tanto las autoridades como la sociedad civil tomen medidas para proteger y preservar la cultura de los picos en Barranquilla. Se deben implementar estrategias efectivas para combatir la extorsión y garantizar la seguridad de todos los involucrados en la organización y asistencia a estos eventos. Al mismo tiempo, es necesario fomentar un ambiente de solidaridad y apoyo dentro de la comunidad Picotera, para que juntos puedan resistir cualquier amenaza y mantener viva la esencia de su cultura". Edil sur occidente 


La historia de los picos en Barranquilla es una historia de resiliencia y determinación frente a la adversidad. A pesar de los desafíos que enfrenta, la comunidad Picotera sigue reuniéndose cada fin de semana para celebrar la vida y la alegría. Mientras luchan por mantener viva su tradición, también están defendiendo su derecho a vivir libres de miedo y opresión. Y en esa lucha, encuentran su fuerza y su esperanza para un futuro mejor.

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