Charles King le pone nombre a la champeta en Rolling Stone: cultura, lucha y respeto

Por Flow Soledad Radio | Especial para ChampetaRadio.com


Foto cortesía 

En una entrevista histórica publicada por la edición en español de la revista Rolling Stone, el artista cartagenero Charles King, una de las voces más representativas y respetadas de la champeta, habló sobre la historia, la resistencia, la discriminación y la expansión cultural de este género que nació en los barrios populares del Caribe colombiano y hoy resuena en los oídos del mundo.


Con más de tres décadas de carrera, Charles King fue claro:

“La champeta es parte de nuestra identidad y ancestralidad”.


Palabras que no solo definen su música, sino también la historia viva de una comunidad afrodescendiente que ha luchado por tener voz, ritmo y espacio dentro de una sociedad que durante mucho tiempo miró la champeta con desprecio, asociándola con marginalidad y desorden.


“A Adriana Lucía no la dejaban escuchar champeta”

Uno de los momentos más potentes de la conversación fue cuando la periodista de Rolling Stone le recordó una charla reciente con la cantante Adriana Lucía, quien le confesó que sus padres no la dejaban escuchar champeta.


“Me contaba que sus papás no le permitían oír champeta”, dice la entrevistadora, “pero que gracias a artistas como usted, ella logró tener una nueva perspectiva del género”.


Charles, con la calma de quien ha vivido el rechazo en carne propia, respondió:

“Eso pasaba mucho. Y no solo en Montería. En Cartagena también había familias que veían la champeta como algo vulgar. Pero con el tiempo, con letras conscientes, con sonidos bien producidos, con respeto por el escenario, fuimos demostrando que la champeta también podía ser arte, también podía ser cultura”.


De música prohibida a símbolo de orgullo cultural

Lo que vivió Adriana Lucía fue el reflejo de un país que por años estigmatizó a la champeta. En ciudades como Barranquilla, Montería o incluso la misma Cartagena, hubo sectores donde se consideraba una música “prohibida”, “de negros”, “de barrios”, o simplemente no digna de escenarios serios. Pero hoy la historia es otra.



Gracias a pioneros como Charles King, Anne Swing, Louis Towers, y tantos más, la champeta se volvió símbolo de orgullo. Y hoy los nuevos artistas —Keyvin Ce, Luister, Mc Car, Zaider, Dandy Bway— construyen sobre esa base con identidad y profesionalismo.


“No queremos que nos digan que ahora sí nos aceptan. Queremos que reconozcan que siempre estuvimos aquí. Con talento, con historia, con resistencia”, dice King.


Charles King: el arte de dignificar la champeta

En la entrevista, Charles también subraya el trabajo que ha hecho en dignificar la champeta desde adentro: no solo con sus letras, sino con su forma de vestir, de hablar, de pararse en la tarima.


“Quise mostrar que podíamos hacer champeta sin groserías, con conciencia, con mensaje. Le dije no al pantalón roto, a la chancleta, al desorden en tarima. Porque si queremos respeto, tenemos que mostrarlo también”, explicó.


Su apuesta ha marcado generaciones, y aunque ha sido criticado por algunos por “suavizar” el género, Charles se mantiene firme en su visión: la champeta puede ser elegante y profunda sin dejar de ser popular y bailable.


Un renacer imparable: de Cartagena al mundo

Las palabras de Charles no son anécdotas: son parte de una revolución cultural viva. La champeta se escucha hoy no solo en las calles de La Heroica o Barranquilla, sino en discotecas de Nueva York, clubes en Madrid, fiestas en Ciudad de México y hasta en festivales de Berlín.


Y mientras esto pasa, medios internacionales como Rolling Stone empiezan a tomar en serio un movimiento que por años fue ignorado por las grandes industrias culturales.


“Que Rolling Stone publique esto es una señal de que estamos en otro nivel. No somos solo sonido. Somos cultura viva del Caribe colombiano”, afirman desde www.flowsoledad.com.co.


Bogotá vivió la champetada más grande del país

Este reconocimiento coincide con un momento de máxima visibilidad para el género: el pasado fin de semana, más de 12 mil personas asistieron en Bogotá al Champetiza Fest Vol. 2, en lo que se considera la manifestación de champeta más grande realizada en la capital colombiana.


Fue una verdadera bomba de sabor donde el sonido picotero retumbó en lo más alto. Bogotá, tradicionalmente distante del Caribe, bailó al ritmo de la champeta como si fuera propia. Ese evento fue la prueba de que la champeta es colombiana, caribe y global.

Lee aquí la nota completa del evento ➤


“La champeta no es moda. La champeta es el alma de un pueblo que decidió sonar fuerte”.


Conclusión: la champeta ya no pide permiso, ¡entra bailando!

Esta entrevista en Rolling Stone no es solo un reconocimiento. Es una reivindicación histórica para una música que nació silenciada y ahora hace ruido mundial. Y como medio especializado, desde www.flowsoledad.com.co te invitamos a hacer parte de este viaje.


Síguenos, comparte y hagamos que la champeta siga conquistando el planeta.

#MundoPicotero #CharlesKing #ChampetaParaElMundo #FlowSoledad #ChampetaRadio #RollingStone



Artículo Anterior Artículo Siguiente